(Foto por «Ferran Montero)
Por Ivan Montemayor
Maria Margalida Perelló (Maria de la Salut, 1996) es una joven una historiadora mallorquina que ha centrado su investigación en la Germanía mallorquina. Actualmente, realiza su tesis doctoral en la Universitat de les Illes Balears. Participa en la comisión cívica Germanies 500 y también es Secretaria de Formación de la organización juvenil Mallorca Nueva. Ha publicado La Germanía mallorquina, un estado de la cuestión, editado por Ediciones Lleonard Muntaner, que ya se puede encontrar en librerías.
Esta entrevista se llevó a cabo una tranquilísima mañana de agosto en la calle Blanquerna de Palma.
Empiezas tu libro hablando del olvido de la Germanía, así como el mito según el cual Mallorca es la “isla de la calma”. Por qué dirías que hay este olvido, ¿qué es este mito y qué consecuencias ha tenido en la sociedad mallorquina actual?
En primer lugar, tiene que quedar claro que la Germanía en singular (la mallorquina), y las germanías en plural (todas: la mallorquina, la valenciana, la de Ulldecona, etc.) son unos de los episodios que menos nos han explicado tanto a nivel escolar como nivel popular. ¿Cómo puede ser qué tengamos memoria colectiva de hechos como la conquista del 1229 y de la creación del Reino de Mallorca, con la Fiesta del Estandarte, y haya fábulas de hechos posteriores, pero no tengamos nada de la Germanía de Mallorca? Es una cosa muy extraña que nos aboca a pensar a los investigadores que la represión de la Germanía no solo fue física y económica, sino que fue más allá y quiso provocar el olvido de este episodio, que no se transmitiera oralmente y que la gente no tuviera conciencia.
Ahora bien, en el siglo XVII había publicaciones de los agermanados que circulaban, pero no nos han llegado. Y han habido intentos de hacer otras germanías como la del Banco de S’Oli, pero eran rápidamente sofocadas. En el siglo XVIII, sabemos que obviamente la Guerra de Sucesión tuvo un papel fundamental aquí, con un proceso de castellanización, y sabemos que podría haber incidido. En cuanto al siglo XIX, sabemos que aquí todavía había memoria agermanada, porque cuando llega el Trienio Liberal lo primero que hicieron fue descolgar la cabeza de Joanot Colom, que hacía casi trescientos años (299) que estaba colgada en la Plaza de la Puerta Pintada, que era la entrada principal de la ciudad de Palma. Sacaron su cabeza en 1822, por lo tanto, fue un momento en que se empezó a recuperar la memoria agermanada y a honrar este movimiento. A largo del siglo XIX se hicieron hijos ilustres de la ciudad a Joanot Colom i Joan Crespí, y nace una visión contrapuesta a la visión que se había tenido hasta aquel momento. Aun así, no sabemos porqué, en la memoria colectiva no ha quedado nada, no tenemos fábulas, ni cancioncitas ni glosas que recuerden esto, tan solo tenemos la codolada que narra el asalto agermanado en el Castell de Bellver.
Además, la visión que cuajó más fue de la de Quadrado, un historiador conservador que se oponía totalmente a las demandas y luchas de los agermanados para justificar esta posición los acusaba de ir contra el catolicismo, de ser asesinos y violadores. ¡Y después llega Santiago Rusiñol y suelta que somos “la isla de la calma”! ¡Pues no, Mallorca no ha sido una balsa de aceite nunca! La Germanía fue la última revuelta de un ciclo de revueltas de la baja edad media, y esta es o bien la última de la edad mediana o la primera de la época moderna. Tiene muchas características de época moderna y comparte muchos elementos que según determinados autores se podría considerar una “revolución burguesa precoz”. Los sectores populares querían un cambio de orden. Mallorca no ha sido la isla de la calma nunca.
Dice Miguel Martínez en relación a los comuneros que «Tendíamos a pensar en la protesta preindustrial como movimientos primitivos, prepolíticos, pasajeros, caducos, etc., porque tenían que ver con el estómago y las reaccionas case reflejas de un estómago hambriento tratando de sobrevivir […] pero se está viendo que no, que estas eran en realidad revoluciones plenamente políticas». Por qué crees que está tanto extendida esta visión primitivitzante de la lucha?
Se ha querido hacer creer que la Germanía de Mallorca se debía a las crisis económicas y a las malas cosechas (hambre) y que, además, era vacía de contenido, que no tenía ideología firme y que era una copia de las germanías valencianas. Esto no es verídico, los agermanados tenían una serie de problemáticas por resolver, de demandas populares y lo único que querían era que se aplicaran. Al ver que con el paso del tiempo las problemáticas no se resolvían sino todo el contrario, iban aumentando, se llegó a un punto en que no pudieron más y tomaron el poder. Gobernaron durante veinticinco meses, los sectores populares controlaron el Reino y el territorio de la isla, eliminaron los impuestos indirectos, aplicaron la Santa Quitació, querían aplicar un catastro sobre las propiedades para qué cada cual pagara proporcionalmente según lo que tenía. Por lo tanto, tenían una ideología que apoyaba sus acciones.
Después, se ha dicho que actuaban de manera espontánea. Tampoco es cierto, estaban mucho muy organizados. En el momento inicial de la Germanía se creó un órgano colegiado que gestionaba este alzamiento: la Tretzena, formado por representantes de Palma y la Parte Foránea más el Instador del Bien Común, que era el jefe. Por lo tanto, había organización institucional. De este modo, hay una duplicación de instituciones: había los representantes del Reino escogidos por el Rey a través de una cédula real, pero también los que habían escogido los agermanados para ocupar su lugar. Además, había organización militar (los deseners y cinquantaners) que ya se había creado durante la Revuelta Foránea, hay una continuidad clarísima. Por lo tanto, ideología y organización. Actuaban con unos objetivos tan claros que es imposible decir que fue una revuelta espontánea.
Durante el mismo siglo tenemos los agermanados valencianos, los comuneros castellanos, irmandiños gallegos, las jaqueries… ¿Qué tienen en común estas revueltas? ¿Hubo alguna conexión de una suerte de confederalismo entre la Germanía valenciana y la mallorquina?
La Germanía tiene precedentes claros dentro del Reino de Mallorca y también afuera. En Mallorca tiene como precedentes las revueltas anteriores, durante los siglos XIV y XV. Fuera de Mallorca también tenemos las revueltas de campesinos alemanas, las jacqueries francesas, las revueltas italianas… En la península, los irmandiños y obviamente la Germanía valenciana y las comunidades castellanas. Todo esto influye. Mallorca es una isla pero no está aislada. Si se producen revueltas en estos territorios en Mallorca obviamente también.
Hay elementos en común pero cada Germanía responde a las problemáticas propias de cada territorio. En Valencia, el alzamiento responde a la población morisca que había allí, a un brote de peste que hace huir la nobleza de la ciudad y la toma de poder por los agermanados fue muy fácil, la inoperancia de la nobleza que controlaba las instituciones, etc. Esto último pasa aquí también. Los sectores que se levantan en Valencia y en Mallorca son los mismos: menestrales, artesanos, sectores populares. Ahora, en València no se considera revolución y en Mallorca sí.
Y por qué? Esto ya depende de cada autor y cada definición de revolución y de revuelta. Hay autores que dicen que no hay diferencia y otras que dicen que depende de si hay cambio de orden o no. Es complicado de definir. En Mallorca se dice que hubo inicialmente una revuelta, pero cuando los sectores populares de la Parte Forana se unen al alzamiento se convirtió en revolución.
Otra cosa son las comunidades castellanas. Las comunidades no tienen nada que ver con las germanías ni valenciana ni mallorquina. Coinciden en tiempo, sí, pero los sectores que se levantaron y las demandas no son comunes, a pesar de que si que hubo contacto entre ellos. Los comuneros eran baja nobleza que se ve desplazada cuando Carlos V llega con una corte extranjera. Después se añadieron otros sectores más populares. Cuando fueron derrotados en Villalar, algunos pudieron huir y vinieron a Mallorca, y se sabe que se unieron a la Germanía. Está constatado que en el asedio de Alcúdia, donde había los mascarats (los leales al rey), lucharon estos comuneros conjuntamente con los agermanados.
Bien, tú si que te has mojado y has dicho que la Germanía fue la “última revolución mallorquina”. Explicas que la mayoría de historiadores consideran que durante la revuelta, el instador Crespí es apartado por “moderado” y llega al poder el sombrerero Joanot Colom, más radical. Qué reformas hicieron los agermanados en el poder y porqué se ha acusado a Colom de imponer una especie de “dictadura agermanada”.
La afirmación que hago de que la Germanía es la última revolución mallorquina tiene un poco de trampa. Es decir, por un lado mucha gente considera que esto es así, pero si lo consideráramos así, confirmaríamos la teoría de que Mallorca es la isla de la calma. Han pasado más cosas, y habido levantamientos importantes. Ahora, lo que tenemos claro es que en ningún otro momento se ha tenido la isla controlada por los sectores populares durante veinticinco meses. Nunca.
Después, los historiadores conservadores defienden que hay dos etapas en la Germanía, una moderada y una de más radical. Yo no estoy de acuerdo con esta división. Por ejemplo, se suele decir que Joan Crespí representa la etapa moderada porque cuando llegó Joanot Colom todo era sangre y fuego. Y no es viera, durante la etapa de Crespí se produjo el asalto en el Castell de Bellver por parte de los agermanados en el cual murieron muchos nobles y los esclavos fueron liberados. ¿Corresponde esto en una etapa moderada? Discrepo.
¿Cómo una especie de Robespierre mallorquín?
Totalmente! Y no es cierto. Durante la etapa de Joan Crespí se produjeron hechos tan moderado como el asalto en el Castell de Bellver, donde mataron todos los nobles que encontraron. Se liberaron los esclavos. El virrey tiene que huir hacia el exilio. En un par de días, los agermanados fueron a la Llotja de Palma, la asaltan porque sabían que allí estaban reunidos los mercaderes y los notarios para decidir si se unían a la Germanía. Cómo decidieron que no, los quisieron matar. Por todo esto, yo no considero que esto sea una etapa moderada.
Cuando entra Joanot Colom, la situación es muy rara. Para empezar nadie lo eligió. Cuando Joan Crespí es destituido, se hace un consejo el 23 de septiembre que escoge dos Instadors, se hace una especie de diarquía. Y no se elige Colom, sino que se elige Casanoves como representante de la Parte Forana y a Jordi Moranta como representante de Palma. En unas semanas, Jordi Moranta desaparece del mapa, Casanoves empieza a perder peso, aunque era una figura importante porque había sido embajador y también alcalde de Inca, pero toma el poder Joan Colom. Una vez Colom llega al poder, deja de utilizar la Tretzena y empieza a actuar bastante dictatorialmente porque quería que se aplicaran de una vez por todas las medidas económicas y sociales que querían los agermanados. Aplicar la eliminación de los impuestos y que la población viera que el alzamiento actuaba en beneficio suyo. También se comentaba que Colom iba con una guardia personal de muchos hombres que lo protegían. Por ejemplo, el día 24 de enero del 1522, el sustituto del virrey que habían escogido los agermanados, Berenguer Sbert, organizó una contra-revolución para ahogar siete hombres, entre los que había Francesc Colom i Joanot Colom. Los delataron y se evitó. Hechos así pasaron muchas veces más.
En este contexto de lucha popular, ¿cuál fue el papel de las mujeres durante el conflicto?
Pues el mismo que han tenido siempre y no se ha contado nunca. Las mujeres tenían el papel que tenían porque si hoy en día existe el patriarcado, pues te puedes imaginar la cosa en aquel momento. Las mujeres ocupaban un papel importante cuando los hombres no estaban, esto lo podemos ver en el hecho que cuando los hombres se iban a otras pueblos o a batallas, quienes se encargaba de hacer sermones para pregonar la Germanía eran las mujeres. Las mujeres no se mantuvieron al margen, así como tampoco se mantuvieron al margen de la Revuelta Forana. A la Revuelta Forana, a las mujeres les arrancaron la lengua como castigo para predicar la revuelta. En cambio, en la Germanía, a las mujeres que fueron más destacadas como Joana Falaguera o Jaumeta Mira las reprimieron como a los hombres. A Joana Falaguera la colgaron, y era considerada la contraparte femenina de Joanot Colom. Ellas tuvieron un papel importante, pero son las eternas olvidadas.
En Mallorca los símbolos siempre han estado motivo de pelea, tal y como pasa a otras sociedades como la valenciana. La fiesta de Mallorca es una celebración que glosa la figura de un monarca como Jaime I. ¿Se puede convertir la Germanía en un símbolo nacional y popular? Qué crees que implica dar cuenta se de que tenemos una tradición de revueltas?
La fiesta de Mallorca tiene un problema, es muy mala de defender por según qué sectores. Concretamente, por nosotros, por los soberanistas mallorquines. Objetivamente, se está defendiendo una matanza de la sociedad que existía antes de la conquista. Es decir, es un genocidio. Es cierto que quedaron los esclavos, pero la sociedad anterior desapareció para crear una sociedad ex novo. Por lo tanto, a pesar de que el 31 de Diciembre es un fiesta que reivindica nuestra catalanidad y celebra que nos podamos agermanar con el resto de territorios de habla catalana y todo esto nos une, históricamente, no es bueno de defender. Es menos difícil defender el 7 de Febrero. ¿Se debe sustituir la Fiesta de Mallorca por el 7 de Febrero? No. Pero creo que el 1229 (conquista de Mallorca) , 1391 (revuelta conocida como el asalto a la judería), el 1450 (Revuelta Forana) y el 1521 (Germanía) son fechas que se tienen que fijar en el calendario de los mallorquines y las mallorquinas. Hacer trabajo con ellas y si no hacemos nosotros, lo harán los otros. Necesitamos tener vista y construir y hacer valer nuestro relato histórico, mostrando aquello que nos han querido esconder siempre.
Pienso que los actos que se han hecho en muchos ayuntamientos este 7 de Febrero para conmemorar los quinientos años de la Germanía, leyendo el mismo manifiesto a las doce del mediodía fue una cosa impresionante, no pensábamos que saldría tan bien.
Fuerzas conservadoras como Cs y Vox se posicionaron en contra de la conmemoración de los 500 años de la Germanía. Sus portavoces en el Ayuntamiento de Palma criticaron la conexión del manifiesto que ligaba la Germanía con las luchas actuales: feminismo, ecologismo, republicanismo, justicia social… ¿Cómo ves esta conexión entre luchas del pasado y del presente?
Cuando se creó la comisión cívica de Germania500, que todavía no tenía nombre, justo un mes antes de la pandemia, había una cosa clara entre historiadores, miembros de entidades cívicas, sociales, etc que se reunieron allí y era que se tenía que dar mucha importancia al peso histórico de esta revuelta pero también de todas las luchas que han habido después. El lema de esta comisión cívica es quinientos años de germanías, quinientos de luchas compartidas.
Los republicanos federales mallorquines además reivindicaron los agermanados durante la I República. Se hizo un desfile recordando la Germanía, como explica Catalina Martorell.
Finalmente, eres también militante de la formación soberanista Mallorca Nova. ¿Cómo ves el futuro del mallorquinismo en estos momentos?
Yo cuando empecé en Mallorca Nova, que todavía no se llamaba así, en aquel momento éramos un grupo de gente que nos estábamos juntando a ver que pasaba. Ya hacía años había habido intentos de creación de organizaciones juveniles y creí en esta gente y en el proyecto que queríamos construir. Estamos organizados, constituidos e intentamos dinamizar a los militantes a través de comisiones como la de ideología y pensamiento, cultura y lingüística, etc. Además, ver como poco a poco aumentan los miembros es un gusto! Formo parte del Secretariado Nacional, concretamente soy la responsable del área de formación y aparte de hacer un plan de formación para los próximos dos años el proyecto más inminente es la escuela de formación de septiembre sobre ecologismo. Yo creo que es un trabajazo y mucha gente de fuera piensa que simplemente queremos ser los sustitutos de los que ahora son Més per Mallorca, y nada más lejos de la realidad. Mi aspiración no es otra que organizar políticamente a jóvenes de Mallorca, que desgraciadamente están muy desorganizados. Acabar con la desmotivación y demostrar que un cambio es posible. Hemos firmado un protocolo de relaciones con Més, pero esto no quiere decir que comulgamos con todo el que hace Més, ni mucho menos. De hecho, estoy segura que hay aspectos con los que personalmente estoy en desacuerdo y si nos hemos metido es porque nosotros estaremos allá para evitar que se repitan errores del pasado. Somos un espacio de encuentro para todos los jóvenes de la izquierda soberanista, feminista, socialista y ecologista de Mallorca que quieran organizarse.
RUEDA DE RECONOCIMIENTO AGERMANAT
Joan Crespí
Instador del Bien Común. No sabía que en el ninguno de unos meses lo matarían. Todavía no se sabe si los propios agermanados, sus enemigos o que pasó exactamente.
Joanot Colom
Uno de los grandes personajes olvidados de la sociedad mallorquina. Conjuntamente con Joan Crespí, se los tendrían que reconocer mucho más. Su cabeza estuvo 299 años a la puerta pintada de Ciudad.
Joana Falaguera
La gran olvidada de la Germanía. ¡Se la considera la “capmare” de la Germanía!
Jaumeta Mira
La segunda gran olvidada. Al menos de Joana y de ella tenemos el nombre, pero de otras muchas solo sabemos que eran la mujer de cual o de tal. De ellas todavía tenemos sus nombres. Pero siguen siendo olvidadas.